Deshielo de Jrushchov

El deshielo de Jrushchov o el deshielo en la Unión Soviética (ruso: (xru ɕ ɕovskəjа ˈotʲɪpʲеlʲ[1]​), transliterado como jrushchóvskaya óttepel o simplemente óttepel) se refiere al período entre 1956 y 1964 en la Unión Soviética, en el que la represión política y la censura fueron parcialmente relajadas debido a las políticas de desestalinización implementadas por el entonces nuevo líder soviético Nikita Jrushchov. Una de las consecuencias más notables de estos cambios fue la liberación de algunos millones (según la asociación Memorial ) de prisioneros políticos que estaban detenidos en los campos de trabajo de sistema Gulag,[2]​ usualmente ubicados en la fría e inhóspita Siberia. Además, el nuevo dirigente intentó promover una política de coexistencia pacífica con las principales potencias occidentales.

El deshielo solo fue posible después de la muerte de Stalin, la cual tuvo lugar el 5 de marzo de 1953. Casi tres años después de haberse producido esta, el 25 de febrero de 1956, Jrushchov denunció a Stalin[3]​ en un inicialmente secreto discurso que tuvo lugar al cierre del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Este último tenía el revelador título oficial de “Sobre el culto a la personalidad y sus consecuencias”.[4][5]

El término fue moldeado a partir de una novela escrita en 1954 por Ilyá Ehrenburg, tan solo un año después de la muerte de Iósif Stalin, en su novela titulada justamente “El deshielo” (Оттепель, Óttepel),[6]​ la cual fue reveladoramente sensacional para su tiempo.

El deshielo fue acompañado en el frente internacional por la visita oficial de 1954 de Nikita Jrushchov al Pekín del líder comunista chino Mao Zedong (antes de que la “excesiva” desestalinización alejase a la China de la URSS, en lo que luego sería conocido como cisma sino-soviético). Un año después, en 1955, Jrushchov viajó a la capital yugoslava de Belgrado, para intentar normalizar sus relaciones con el mariscal Josip “Tito” Broz, después de la ruptura de 1948 entre este y Stalin. Posteriormente tendría un encuentro con el entonces presidente de los Estados Unidos, el general Dwight Eisenhower, que culminaría con la propia visita de Jrushchov a los EE. UU. durante 1959.

El deshielo inició una transformación irreversible en la sociedad soviética, abriéndola a reformas económicas y un sutil incremento en el comercio internacional por parte del país, así como a contactos educativos y culturales, festivales, libros de autores extranjeros, películas foráneas, espectáculos artísticos, música popular, bailes y nuevas modas, además de un involucramiento masivo en las competiciones deportivas internacionales (este último en particular, ya había comenzado a partir de la participación soviética, pocos meses antes de morir el propio Stalin, en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952).

Esta cadena de pasos sin precedentes en la historia soviética, que tuvo su culminación con el muy simbólico retiro de los restos mortales de Stalin del mausoleo de Lenin, terminó liberando a la gente del miedo y de los excesos dictatoriales de antaño. No obstante, nunca finalizaría del todo la disimulada y subrepticia lucha “palaciega” de poder entre los elementos más bien “liberales”, la vieja guardia estalinista dentro del Kremlin y otros altos órganos soviéticos de poder político, pugna que a la larga terminaría debilitando la autoridad del propio PCUS.

El deshielo de Jrushchov permitió la relativa liberalización de la información en los estatales medios de comunicación, las artes y la cultura; asimismo la URSS se abrió al mundo parcialmente a través de festivales internacionales, el permiso de exhibición o proyección de películas extranjeras y la eliminación de la censura sobre ciertos libros nacionales y foráneos prohibidos durante el largo régimen estalinista. Además, el relajamiento de la censura experimentado durante este período también permitió nuevas formas de entretenimiento en la entonces ascendente televisión soviética, que iban desde desfiles y celebraciones masivas, música popular o varios espectáculos de variedades hasta sátiras y comedias o el programa nocturno de TV Golubóy Ogoniok.

De acuerdo a Serguéi Jrushchov, hijo de Nikita, tales actualizaciones políticas y culturales ayudaron a liberar las mentes de millones y cambiaron la conciencia pública de varias generaciones de personas en la Unión Soviética”[7][8]

  1. William Taubman, Khrushchev: The man and his era (“Jrushchov: El hombre y su era”), Free Press, Londres, 2004
  2. Joseph Stalin killer file
  3. William J. Tompson, Khrushchev: A political life (“Jrushchov: Una vida política”), St. Martin's Press, Nueva York, 1995.
  4. Serguéi N. Jrushchov, traducido por William Taubman, Khrushchev on Khrushchev, Boston: Little, Brown and Company, Boston, 1990.
  5. Rettie, John. "How Khrushchev leaked his Secret Speech to the world" (“Cómo Jrushchov filtró su discurso secreto al mundo”), Hist Workshop J. 2006; 62: 187–193.
  6. Texto original en ruso
  7. Serguéi N. Jrushchov, Nikita Khrushchev and the creation of a superpower (“Nikita Jrushchov y la creación de una superpotencia”), Penn State Press, 2000.
  8. Jerrold L. Schecter (editor y traductor), Khrushchev remembers: The glasnost tapes (“Jrushchov recuerda: Las cintas de la glásnost), Little, Brown and Company, Boston, 1990.

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